El concepto de maternidad saludable y segura involucra tratar al embarazo como un período especial durante el cual todas las mujeres deben tener acceso a cuidados apropiados acordes a su estado.
Por Vladimir Bustinza. 18 mayo, 2020.La tercera semana de mayo se celebra la Semana de la Maternidad Saludable y Segura, instaurada en 1987, cuando la Organización de las Naciones Unidas convocó a la Primera Conferencia Mundial en Nairobi (Kenia). En ella, se formuló un “Llamado a la Acción” para reducir los riesgos del embarazo y disminuir la mortalidad materna, un problema de salud pública frecuente en América latina y que está sujeto a vigilancia epidemiológica continua.
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El concepto de maternidad saludable y segura involucra tratar al embarazo como un período especial durante el cual todas las mujeres deben tener acceso a cuidados apropiados acordes a su estado; identificar signos y síntomas de alarma que pongan en peligro su vida y buscar atención en establecimientos de salud con capacidad resolutiva que permita atender esas complicaciones. Es un desafío que requiere de cambios significativos profundos, no sólo en la provisión de servicios, sino un esfuerzo conjunto de todos que contribuya a evitar la muerte de la mujer y/o su niño (a) alrededor del embarazo, parto o puerperio.
Como bien explica el Ministerio de Salud (Minsa), “la salud materna y neonatal está rodeada por todo un contexto cultural y socioeconómico, que influye en el comportamiento reproductivo de la mujer y los que se encuentran en su entorno”.
En nuestro país, el Minsa ha publicado una serie de recomendaciones respecto a la maternidad saludable y segura, que abarcan antes, durante y después del embarazo, incluyendo el parto institucional. Es importante destacar este último aspecto para asegurar las condiciones sanitarias del alumbramiento, así como la integridad de la madre y el niño.
Este es un artículo de opinión. Las ideas y opiniones expresadas aquí son de responsabilidad del autor.
